1. Recientemente, habíamos estado viendo, el hecho, de que ha hay una gran explosión de la enseñanza sobre la gracia entre los cristianos. Hombres aparentemente sinceros, motivados por el deseo de mitigar la culpa y el miedo, entre los cristianos genuinos, proclaman la barbaridad, que la ira de Dios, ya se derramó en la Cruz y que Dios, ya no está enojado con nosotros.
a. Si bien algo de esta enseñanza es buena, la mayor parte de ella es inexacta, errada, porque ha llevado a conclusiones erróneas a los que no están familiarizados con la doctrina bíblica básica. Cada vez, es más común, escuchar
1. No importa, si pecamos, Dios ya no tiene más ira por el pecado, ya estamos perdonados por el sacrificio de Cristo en la Cruz.
2. Si usted dice, que hay ciertas cosas, que yo podria hacer como cristiano, de orar, leer la biblia y vivir de acuerdo a los prinipios biblicos, usted esta poniendome bajo la ley, esto esta mal, porque estamos en tiempo de la gracia.
b. Hay que reconocer, que muchas personas, incluidos algunos ustedes, han escuchado esta enseñanza, de que Dios ya no está enojado, sin embargo, pero esta es una mentira, realmente hay un demonio que realmente trata de robarnos o tergiversarnos la Palabra de Dios, citar mal, aplicar mal y torcer las verdades bíblicas, son sus tácticas más efectivas del diablo. (Mateo 13: 19-21)
1. Querer aliviar la culpa y el miedo entre los cristianos, a través de la enseñanza de que Dios ya no está enojado con nosotros, aunque llama la atención, es toxica e impreciso, porque las malas interpretaciones solo conducen al error, eso ha sucedido a muchos creyentes.
2. Como ninguna vez en la historia, este es el momento, para ser lo más precisos posible, al enseñar la Palabra de Dios, ahora, porque el regreso de Jesús está muy cerca y las corrientes profanas y falsas están a la orden del día.
2. La afirmación, de que Dios ya no está enojado, es imprecisa; la Biblia no habla, de que Dios está enojado con nosotros o no, está enojado con nosotros; sino que Dios es justo y amoroso, que no dará por inocente al que refuta la gracia de Dios y la salvación de Jesucristo.

1. La ira humana puede salirse de control y causar un daño real, es más arbitraria e impulsiva, por estar más conectada, con las emociones, sentimientos y reacciones.
a. Realmente, no sabemos, cuál será la reacción de alguien que está enojado, que podría hacer o hacernos, debido a que todos hemos pecado y todavía luchamos en esas áreas, cuando, lo vemos humanamente y pensamos en un Dios enojado, entonces, es un problema real para nosotros.
1. Sin embargo, la ira de Dios, no es una respuesta emocional al pecado, igual, que la ira humana. Dios no es caprichoso, arbitrario o impredecible. Su ira o ira es su respuesta santa y justa al pecado.
2. No digo que Dios, no tenga emociones o que no se sienta complacido o disgustado con nosotros; Dios está por encima de nuestras emociones, que no han sido corrompidas por el pecado, Dios es Santo, nunca peca, como lo hacemos nosotros.
b. Dios no castiga el pecado, porque explota y pierde el control, Él lo hace, porque es correcto y justo castigar el pecado; de eso, se trata Su justicia, Él es fiel, a su naturaleza santa y justa, Dios debe expresar su ira y castigar el pecado. El castigo justo por el pecado, es la separación eterna de Dios.
1. Si no sancionara esta pena, Dios perdería a su familia, recuerde, Él creó a los seres humanos para convertirse en Sus hijos santos y justos a través de la fe en Cristo. (Efesios. 1: 4-5) Así que, Dios Todopoderoso, ideó un plan para expresar su ira hacia el pecado y seguir siendo fiel a su naturaleza santa y justa. Encarnó y fue a la Cruz para ser castigado por nuestros pecados. La ira que debería haber ido sobre nosotros, fue sobre Jesús, nuestro sustituto. (Isaías. 2: 53-4)
2. La ira de Dios, se expresó en la Cruz y la Justicia Divina, quedó satisfecha con respecto a nuestros pecados, no hay que subestimar, su ira, esta sobre nosotros, cuando no reconocemos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. (Juan 3: 16-18)
a. Si una persona no cree en el sacrificio de Cristo y le recibe en su corazón, entonces, la ira de Dios está sobre él. (Juan 3: 36) El disgusto e indignación permanece sobre él. Vive bajo la ira de Dios.
1. Esto no quiere decir, que Dios ahora nos trata con ira, significa que la ira de Dios tendrá su día, los espera cuando mueran, después de la muerte, experimentarán la muerte eterna o la separación eterna de la presencia de Dios, primero en el Infierno, luego en la segunda muerte en el lago de juego. (Apocalipsis 20: 11-15)
2. Durante esta vida, Dios trata a todos los hombres con misericordia, dándoles de su gracia a fin, de que puedan llegar a la fe en Cristo. (III Pedro. 3: 9; Mateo 5:45; Hechos 14: 16-17).
A. Punto Uno, Dios, no reparte la ira o el castigo por el pecado todos los días. Un accidente de tu auto, no es un castigo de Dios. Dios, nos castigara, cuando estemos en esta vida.
B. Segundo punto, la ira de Dios, contra el pecado se mostró en la Cruz, cuando Jesús fue castigado en nuestro lugar, Jesús nos libró de la ira venidera (Romanos. 5: 9; I Tesalonicenses. 1:10; I Tesalonicenses. 5: 9) nos enfrentaremos a la ira cuando llegue el día de nuestra muerte, si no reconoces a Jesús como nuestro Salvador.
b. Parte de la razón, por la que estamos confundidos, es que las personas creen erróneamente que los desastres naturales y las pruebas y tragedias de la vida son expresiones del enojo y la ira de Dios. Los juicios, tribulaciones, tormentas asesinas, terremotos, no son obra de Dios. Son parte de la vida en un mundo caído y maldecido por el pecado.
1. Esto no significa, que no haya consecuencias por el pecado voluntario y persistente. El pecado mismo produce muerte en nuestras vidas (Romanos. 6:23). Nos engaña y nos endurece (Hebreos 3:13). No tenga miedo, de lo que Dios le hará, tenga miedo de lo que el pecado le hará.
2. Esto no significa que Dios no perdone a sus hijos e hijas, la disciplina y la ira, son dos cosas diferentes.
A. La ira es correctiva y tiene la intención de infligir con el castigo, como pena por una falta o delito. El castigo por el pecado, es la ruina que proviene de la separación eterna de Dios. (II Tesalonicenses. 1: 9)
B. La disciplina correctiva, está dirigida a producir corrección o cambio. Corregir, significa edificar. Dios disciplina a su pueblo a través de su Palabra por medio de su Espíritu, no con las aflicciones de este mundo caído. (lI Timoteo. 3: 16 -17)
3. A través de su muerte, Jesús satisfizo, la justicia en nuestro nombre por pecado. Cuando reconocemos a Jesús como Salvador y Señor, somos justificados o somos inocentes. Todos los cargos en nuestra contra, fueron retirados, no tenemos más evidencia de un mal comportamiento. El castigo por nuestro, pecado está fuera de nuestra vida. (Romanos. 3:24; Colosenses. 2:14)
a. Jesús no murió, para que no pequemos, El murió para abolir y eliminar el pecado. Una vez que somos justificados, Dios tratar con nosotros, como si nunca hubiéramos pecado. Estamos tan limpios por el sacrificio de Cristo, que Él hace su morada en nosotros en Su Espíritu y vida. (Hebreos. 9:26; Romanos. 8: 29-30)
1. El Espíritu Santo, nos transforma internamente, cambia nuestra naturaleza de pecador a hijo de Dios, a través, de la renovación del nuevo nacimiento. Esta transformación interna, es el proceso de limpieza y restauración de cada parte de nuestro ser, para ser transformarnos a la imagen de Cristo, en carácter, poder, santidad y amor. (Juan 1: 12-13; 3: 3-5; 5)
2. A través del nuevo nacimiento, estamos unidos a la vida eterna con Dios; la vida en Jesús, ahora está unida con nosotros como una rama que está unida al tronco de la vid. Esta unión, es la base de nuestra identidad con Cristo. (Juan 15: 5; Efesios 1: 22-23; Efesios 5: 25-32)
b. En este momento, estamos terminando como es el progreso de la gracia, somos hijos justos y santos de Dios por el nuevo nacimiento, sin embargo, no estamos totalmente transformados a la imagen de Cristo, hay cosas que todavía faltan en nuestra vida.
1. Dios trata ahora, con nosotros de acuerdo con nuestra nueva identidad, como hijos de Dios. Él nos trata sobre la base de la parte que está terminada, porque confía, en que todo el proceso de transformación está en camino. (Filipenses 1: 6)
2. Cuando nosotros, como un hijos santos y justos, pecamos (cometemos pecado ocasionalmente), no cambia, igual somos como hijos de Dios; pecamos aunque somos salvos, porque somos imperfectos, sin embargo, podemos confesar nuestros pecados y apartarse; el pecado ocasional, no deshace el trabajo de la Cruz, porque tenemos abogado.
C. Todo esto sucede en nosotros, por la gracia de Dios, porque, no hay acción que podamos tomar, no hay trabajo que podamos hacer, que nos salve de nuestra imperfección, solo Jesucristo. Dios, motivado por el amor, en su gracia, hizo que nosotros, que éramos incompetentes e incapaces fuéramos salvos, por su gracia a través de la cruz. (Tito 3: 5)
1. Pero ahora, que somos salvos del pecado, por la gracia de Dios, a través de la fe en Cristo, tenemos que hacer obras buenas, las obras son parte de nuestra vida nueva, no como un medio para salvarse, ganar o merecer la bendición, sino como expresión externa, del cambio interno que hemos recibido por el don de su gracia. (Tito 2:14; Efesios 2:10)
2. La palabra Gracia, tiene muchos matices y significado en las Escrituras. La gracia de Dios, no solo nos da la salvación, nos da poder transformador, nos da poder para vivir rectamente.
A. (Juan 1:14; 16) través de la unión con Cristo, ahora somos partícipes de la gracia de Dios. La gracia, es la habilidad de Dios para vivir como Él quiere que vivamos. La gracia, es la fuerza para vivir por encima del pecado. B. Versiculo.16 Porque, la gracia toda lo llena, todos lo obtuvimos, gracia por gracia.

1. Esta es una de las razones, por las cuales la declaración, pensamos, que Dios no está enojado con nosotros, todo esto se basa en sentimientos. Siento que Dios está enojado conmigo, me siento mejor, porque el predicador dijo, que Dios, no está enojado conmigo.
a. Necesitamos, sacar lo que sabemos, creemos acerca de Dios y la salvación, que Él ha provisto del reino emocional, tenemos que basar, lo que creemos en la Palabra de Dios. La Palabra de Dios nunca cambia ni falla, no importa lo que sientas, no importa lo que hagas. Dios es fiel para cumplir Su Palabra.
1. Por cierto, es bueno sentirse bien o "sentirse mejor” al a las promesas de la Biblia; pero cuando nuestras emociones, están gritando que Dios no nos ama, que está enojado con nosotros, realmente, tenemos problema; tenemos que regresar a la biblia para estar seguros de lo que dice.
2. La inmutable Palabra de Dios, nos dice, cómo son realmente son las cosas y no solo, cómo se ven y se sienten en el momento, Tenemos que lograr una base sólida de la fe bíblica, sin salir ni negar Su gracia.
b. La Biblia revela, que somos salvos por gracia, que hemos recibido, gracia sobre gracia y que vivimos en el reino de la gracia. (Romanos. 5: 2) A través de Él, de Jesucristo, también tenemos acceso al Padre, por fe. Esta gracia, el favor de Dios, es la que mantenemos nuestra fe firme y segura.
2. Cuando estamos, luchando con "Dios, diciendo, no me ayudará, porque he hecho algo malo", debemos, entender que realmente, nos estamos acercando a Él a base de nuestras obras.
a. Pensando bien, Él no ayuda, porque no hicimos algo bueno, sino, porque Cristo ha hecho todo lo bueno, que nosotros, no hemos podido hacer. En otras palabras, nuestros esfuerzos (obras) no habrían ganado su ayuda.
b. Sin embargo, nosotros no podemos tener nada, que no, haya sido otorgado por gracia, a través de la Cruz o por su gracia, Dios nos ha provisto, todo lo que necesitamos para esta vida y la vida venidera.
1. La Cruz nos abrió el camino para convertirnos en hijos. Dios es un Buen Padre que cuida a sus hijos. Jesús dijo, que no tenemos que preocuparnos por las necesidades de la vida, porque tenemos nuestro Padre celestial (Mateo 6: 25-26). Esto es Gracia.
2. (II Pedro 1: 3) A través del conocimiento de Jesús y Su poder divino, nos ha dado todo lo que necesitamos para esta vida física y espiritual, esta nos ha llegado a través de Aquel, que nos ha llamado a compartir Su gloria y virtud. Eso es todo por gracia.
3. (Romanos. 5: 17) Por la gracia de Dios, cuando creemos en Jesús, recibimos el don de la justicia, que es lugar y la posición correcta delante de Dios. Ahora, Él es, nuestro Padre y nosotros Sus hijos santos y justos.
Todo lo que nos proporciona la justicia, es un regalo de gracia, que es opuesta, a algo que no podemos ganar o merecer por nuestras obras y esfuerzo. Consideremos estos puntos.
a. Tenemos acceso a Dios, nuestro Padre. (Efesios. 3: 12) Por medio de Quien, por nuestra fe en Él, tenemos (audacia, coraje y confianza) del libre acceso, para acercarse confiadamente y sin reservas a Dios
b. Sus oídos están abiertos a las oraciones de los justos. Se nos instruye a venir con confianza, libre y sin temor (audazmente) hasta el trono de la gracia para obtener misericordia y gracia y oportuno socorro, en tiempos de necesidad.
(I Pedro. 3: 12; Hebreos. 4: 16)
1. Quizás usted esté pensando, ore a Dios y no me ayudó, sin embargo, no fue porque eres malo o él estaba enojado contigo. Hay muchas razones por las cuales las oraciones no son contestadas. Quizás usted, pedio algo, que Dios no ha provisto a través de la Cruz, o sus motivos estaban equivocados, no están, en la voluntad de Dios.
2. El secreto para la oración efectiva, es que oremos de acuerdo a la voluntad de Dios, que se revela en su Palabra escrita. Jesús dijo, que si permanecemos en Él y sus palabras permanecen en nosotros, todo lo que pidiéremos, será hecho. (Juan 15: 7).
C. (Mateo 8: 5-13) Note este ejemplo de la gracia, versus las obras, si queremos obtener ayuda de Dios. Un centurión romano, se acercó a Jesús para pedirle sanidad para su criado que estaba enfermo. Jesús dijo, que iría a su casa del hombre y curaría a su sirviente. El centurión respondió: No soy digno, de que vengas a mi casa. Solo diga tu palabra (emita su orden) y mi sirviente será sanado. ¿Qué está pasando aquí?
1. Como centurión romano, este hombre es un adorador de ídolos, con un altar en su casa, en el cual adoraba ídolos. Jesús fue enviado a los judío que creían en el Antiguo Pacto; El centurión, no tenía acceso (o derecho) para acercarse a Jesús, Él lo sabía bien, pero pidió ayuda de todos modos.
2.Este centurión entendió y reconoció que la gracia, expresada como sanidad en ese momento, solo vendría de Dios, independiente de nosotros; eso le dio confianza para acercarse a Jesús en busca de ayuda.
3. Esto es completamente opuesto, a cuántos de nosotros, nos acercamos a Dios. Necesito tu ayuda, pero luego, reflexionamos carnalmente, no me ayudará, he hecho tantas cosas malas. Cuando pedimos al Dios, no miremos lo que nosotros somos, miremos lo que Dios es. Esto es "Gracia" en acción.

1. El propósito de Dios, no es castigar el pecado, sino eliminarlo para siempre y que los hombres y las mujeres pecadores, puedan ser restaurados, conforme al propósito de Dios, para que sean santos, justos y sin mancha.
2. Si Jesús, es tu Señor y Salvador, ahora somos hijos e hijas santas y justas delante de Dios, hay un proceso en marcha que nos transformara y nos perfeccionara a la imagen de Cristo, por la gracia de Dios.
3. No se trata, que si Dios está o no enojado contigo o no, se trata que, si has recibido o no la gracia de Dios, el don de la justicia. Si has recibido, gracia sobre gracia y podemos expresarlo exteriormente el cambio interno que ha tenido lugar en nuestra vida, por la gracia de Dios.